Capitolio de Washington

En el frontis se puede observar también un relieve sobre el Descubrimiento, a más de 90 metros de altura, que acaba con una figura de la Estatua de la Libertad, en lo más alto. El ala sur está destinada a la Cámara de los Representantes, mientras que la norte acoge al Senado de EE.UU. Si observamos una bandera de la nación sobre alguna de las alas significa que alguno de los grupos está reunido.

En el atrio central destacan unas detallistas estatuas de mármol de personajes relacionados con la historia de EE.UU. Si la Cámara de los Senadores está vacía en el momento en que entramos en el Capitolio también podremos visitarla. Y si hay sesión en el Congreso podremos entrar a presenciarla desde el lugar destinado a los espectadores. El Capitolio tiene su propia policía, encargada de controlar tanto la entrada al edificio como lo que ocurre en su interior.

El Capitolio, de un blanco impoluto, es un ejemplo del neoclasicismo arquitectónico estadounidense. Fue diseñado originalmente por William Thornton, pero Charles Bulfinch y Benjamin Henry Latrobe lo modificaron posteriormente, añadiendo la cúpula actual. Hoy es uno de los símbolos más queridos de la ciudad y uno de los principales atractivos de Washington.

Cómo llegar a El Capitolio

Para llegar a El Capitolio existen varias estaciones de metro: Union Station, Capiton South y Eastern Market no están demasiado lejos.

El Capitolio se puede visitar, de manera gratuita de 9 a 20 horas en los meses de marzo a agosto, y el resto del año hasta las 16 horas. Las visitas son de lunes a sábado, y merece la pena acercarse hasta este edificio, que presenta detalles y estructuras arquitectónicas de gran interés.